Etapas de transformación

Me gustaría comenzar a ver a la adolescencia no solo como una etapa de rebeldía y de conflicto entre padres e hijos, sino más bien como lo que realmente es, una etapa de transformación y crecimiento, que por el mismo motivo viene acompañada de crisis.

En este momento pareciera ser que nuestros hijos quieren a toda costa dejar atrás todas nuestras enseñanzas dándole más importancia a todas aquellas enseñanzas que vienen del exterior y que como padres nos resultan muy amenazantes. Para empezar, es importante recordar que es solo una etapa y que en algún momento nuestros hijos regresaran a retomar en gran parte todo el aprendizaje que les dimos durante su infancia.

Cuando hablo de transformación, me refiero a la transición entre la infancia y la etapa adulta, para poder transformar es necesario ser ¨maleables¨, ya que aquello que no es maleable no puede modificarse, sino que se rompe y esto es precisamente lo que no queremos que pase.

Debido a esta maleabilidad son muy susceptibles a los estímulos que reciben del exterior, pero también a los estímulos que reciben en casa y debido a esto debemos de ser muy conscientes en estimularlos positivamente, buscando hablar de temas en común, reforzar conductas positivas en ellos (a pesar de que no encontremos muchos), pero sobre todo evitar adjetivos calificativos que sean percibidos como negativos.

Como cualquier transformación esta no es nada fácil y nuestra participación activa en ella es determinante.