Reconocer las emociones y sentimientos genera libertad en la familia

Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista.

Michael Levine

Es común escuchar que, cuando nace un bebé, nacen con él unos padres. Sin embargo, la experiencia nos dice que la maternidad es algo más que concebir un hijo, y que uno no recibe el título de padre solo por compartir una misma genética.

Es en la cotidianidad cuando se va formando la figura de los verdaderos padres.

En esas noches sin dormir y en esos primeros pasos de la mano donde nace un verdadero padre. La auténtica crianza exige presencia, amor y compromiso; y es una aventura que durará años, donde habrá momentos críticos e instantes de grandes logros. 

La hermosa labor de un padre es construir desde la crianza en amor los cimientos que sostengan a un ser humano asertivo, amoroso, seguro de sí mismo y capaz de replicar lo que le fue dado.

Los niños entienden mucho más de lo que creemos. Permitir a través de la practica personal y el ejemplo “En esta familia somos libres para expresar mis emociones y sentimientos, aun de manera negativa, siempre que lo haga con respeto”

Seamos pacientes, seamos ante todo esa mirada siempre atenta y cercana que sabe estar en cada instante.